El Verdadero Significado de los Puntos de Acupuntura #4 Evidencias de que los Meridianos Fueron una Creación Humana
- Makoto
- 5月21日
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Existe un meridiano llamado “Meridiano del Corazón – Shaoyin de la Mano”. Al observar su recorrido, no puedo evitar pensar: “¿Eh?”. Entre el codo y la muñeca, apenas hay puntos de acupuntura. Salvo por cuatro puntos alineados cerca de la muñeca, todo el antebrazo está prácticamente vacío. Especialmente en esta ruta, conocida como Shaoyin de la Mano, la falta de puntos es evidente.
Este no es un caso aislado: los puntos de acupuntura no están distribuidos de manera uniforme a lo largo de los meridianos. Existen irregularidades en diferentes trayectos, lo cual resulta poco natural.
Para entender este fenómeno, es necesario revisar la historia de cómo se establecieron los meridianos. En el intento de reflejar principios naturales y la estructura del cuerpo humano, se decidió fijar el número de meridianos principales en 12, en analogía con los 12 meses del año.
Trazando tres líneas en la parte frontal del brazo y tres en la parte posterior, obtenemos seis. Si hacemos lo mismo en las piernas, llegamos a un total de doce. Sin embargo, originalmente solo se habían definido dos meridianos verticales en la parte posterior del brazo, lo que sumaba once en total al combinarlos con los de las piernas.
Entonces, para ajustar la cuenta, se renombró el “Meridiano Shaoyin de la Mano” como “Meridiano Jueyin del Pericardio”, y se agregó una nueva línea para recuperar el nombre “Shaoyin de la Mano”. Este ajuste tenía como único fin alcanzar el número deseado: 12 meridianos. Pero al insertar un meridiano en una zona poco útil desde el punto de vista clínico, el resultado fue un trayecto con muy pocos puntos.
Hay más evidencias de que los meridianos fueron diseñados artificialmente. Se dice que los meridianos están inspirados en sistemas de agua, como los ríos. En teoría, deberían fluir de forma natural. Pero en muchos diagramas, vemos trayectos que giran en ángulos rectos o retroceden levemente, lo cual no tiene sentido si fueran estructuras reales. Si los meridianos existieran físicamente, sus rutas no serían tan forzadas.
Muchos acupuntores notan estas irregularidades, pero como se da por hecho que “los meridianos están completos”, nadie se atreve a cuestionarlo.
En el fondo, el problema surge porque pensamos dentro del marco de los meridianos. ¿Y si dejamos de lado la idea de que los puntos de acupuntura están conectados por canales de energía llamados meridianos? ¿Y si simplemente aceptamos que existen puntos específicos repartidos por todo el cuerpo? Sin la necesidad de conectarlos con líneas, ya no aparecen trayectorias extrañas. Solo hay puntos. Y eso basta. Ese es el punto de partida original.
Desarrollar una teoría de la acupuntura fue un proyecto monumental. El concepto de meridianos surgió al intentar conectar puntos ya descubiertos, creando un sistema que abarcara todo el cuerpo. Si entendemos que los puntos existieron primero, y luego se integraron a un sistema, muchas dudas comienzan a resolverse.
Probablemente, esos puntos originales eran lo que hoy llamamos “puntos de efecto especial”: zonas concretas que, aunque difíciles de explicar teóricamente, tienen un impacto claro sobre ciertos síntomas o enfermedades.
Tiene sentido pensar que la teoría se construyó a partir de experiencias prácticas —del tipo “lo probamos y funcionó”—. En ese contexto, los puntos ya se utilizaban clínicamente, y los meridianos vinieron después, como una forma de ordenar esos efectos.
La genialidad del sistema de meridianos está en su capacidad para representar visualmente el efecto de los puntos. Esta fue una innovación revolucionaria. Sin los meridianos, memorizar y organizar tantos puntos habría sido casi imposible. Ha sido, sin duda, el mayor invento de la historia de la acupuntura. Durante dos mil años, nadie ha podido superar su impacto y su poder explicativo.
Sin embargo, también es cierto que los meridianos por sí solos no explican completamente cómo funcionan todos los puntos. Como resultado, los puntos que no encajan en la teoría se clasifican aparte como “puntos de efecto especial”. Algunos de estos puntos son muy conocidos. Uno de los más populares es el Yaotuidian, utilizado para tratar el dolor lumbar.
El Yaotuidian es un punto ampliamente usado entre acupuntores para tratar molestias en la parte baja de la espalda. Aunque su eficacia clínica es evidente, carece de un marco teórico claro que indique qué tipo de dolor de espalda alivia. Por eso, su uso puede parecer algo azaroso: “si funciona, genial”. Pero con esa lógica, no se puede construir una disciplina académica. Solo sería una colección de trucos útiles. Y aunque esos “trucos” puedan funcionar, quedarse ahí impide que la acupuntura evolucione como ciencia médica.
Si logramos recopilar y analizar sistemáticamente puntos como el Yaotuidian —que funcionan empíricamente— podríamos descubrir patrones. Tal vez incluso emerjan nuevos conocimientos. En lugar de excluirlos de la teoría, deberíamos ver los puntos de efecto especial como claves para el desarrollo de una nueva comprensión de la acupuntura.
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